Historizar el quehacer de la Psicología durante la dictadura chilena: desafío pendiente.

Evelyn Hevia Jordán Académica Facultad de Psicología, UAH.

revista24-4a

Así como entendemos que la práctica de la psicología no sólo concierne al individuo y su malestar puestos en una burbuja apartados de la sociedad, es que entendemos que el quehacer de la disciplina está atravesado por las circunstancias históricas. Por ello, el Golpe y la dictadura continúa escribiendo sus efectos en el presente y nos desafían a situar a la psicología como objeto de investigación histórica y preguntarnos, desde ese contexto: ¿cómo es que nuestra disciplina ha llegado a ser lo que es? Esta pregunta ha orientado el quehacer de algunos psicólogos en los últimos años, pero sin duda es una pregunta amplia y compleja.

Es difícil explicar el presente de nuestro país sin aludir al Golpe de Estado de 1973 y los consecuentes 17 años de dictadura cívico militar, pues es aquí donde observamos un terreno fértil para trabajar sobre la historia de la Psicología en Chile ¿Cómo este hito impacta a la Psicología? ¿Cómo se hace psicología durante 17 años de dictadura? ¿Cómo la represión y el miedo impuestos por el terror de Estado golpean a la disciplina? En los últimos años, parte de la experiencia de muchos profesionales clínicos ha sido el acompañamiento psicoterapéutico a quienes sobrevivieron a situaciones traumáticas impuestas por el régimen: la desaparición o ejecución de un ser querido, la prisión política y la tortura, persecuciones y amenazas, el exilio, en definitiva, la pérdida de un ser querido, un trabajo, un proyecto político, un proyecto de sociedad.

Esta experiencia y trabajo clínico ha sido reflexionada y escrita por psicólogas y psicólogos que durante estos años tuvieron que enfrentarse a una práctica terapéutica en un contexto donde los análisis, categorías y estrategias clínicas clásicas no eran suficientes. Había una exigencia de poder actualizar ese conocimiento a la luz del contexto represivo de la época. Gran parte de esa experiencia ha sido transmitida a nuevas generaciones de profesionales en programas de estudio especializados.

Un estudio publicado por la Universidad Cardenal Raúl Silva Henríquez (UCSH) en el año 2005 1 mostró que aquella generación de psicólogos formada “antes del golpe” habría resentido más fuertemente su impacto: “Antes, el ámbito de lo social aparecía como foco de intervención central” 2, la represión de la dictadura se desplegó en los sectores populares y eso impactó el quehacer social de la psicología.

Pero, como sabemos, la escritura del pasado no es una práctica neutral, menos aún si se trata de un pasado como el golpe y dictadura, cuyo principal efecto fue la división y polarización de la sociedad chilena. La Psicología, como práctica científica social, no queda afuera de esa tensión y disputa por la interpretación del pasado, de su pasado.

A continuación, dos fragmentos de entrevistas a Psicólogos de la primera generación que ilustran estas diferentes perspectivas sobre los efectos del golpe para la psicología y que un cuidadoso análisis nos invitaría a la formulación de nuevas y relevantes preguntas de investigación:

“Yo partí en una escuela de psicología donde viví todo el periodo de reforma, profundamente influenciados por profesiones que venían invitados y con un fuerte énfasis -a mí siempre me ha gustado- en la cosa de lo comunitario, y especialmente lo educacional… hasta que viene el golpe…. Bueno, no había escuela, no había profesores que guiaran tesis ni que tomaran examen ni nada, pero finalmente se resolvió eso, y yo di mi examen de grado el día mismo en que salí al exilio a Suecia. Y tuve que cambiar rápidamente de área, y olvidarme durante algún tiempo de lo educacional y abocarme a la clínica, fuertemente” 3
“¿Cómo cambió la investigación psicológica con el golpe? ‘y qué tiene que ver’. Ves. Un montón de gente se fue por razones personales, te fijas, pero no son los programas de investigación de CONICYT que cambiaron tanto. Yo estaba en CONICYT en la época en la Comisión de Ciencias Sociales y Psicología nunca creó problema ideológico” 4

A partir de estas dos citas propongo algunas ideas fuerza para motivar el desafío de hacernos cargo de investigar sobre la historia de la psicología durante este periodo:

– Hay una historia oficial/institucional de la disciplina que podemos pesquisar y reconstruir a partir del trabajo de revisión y análisis de fuentes documentales. Este trabajo exige de un intercambio de saberes metodológicos entre dos disciplinas que convergen en su interés por el pasado: la historia y la psicología. La psicología requiere aprender de estas técnicas de investigación histórica, donde los documentos nos permiten una aproximación a las evidencias que ese pasado ha dejado por escrito. Sin embargo, no hay que perder de vista que la historia la escriben quienes triunfan y la dictadura sabía de aquello, por lo que mucha de la documentación fue destruida o continúa escondida, como también archivos que siguen siendo secretos.

– Afortunadamente, las nuevas corrientes historiográficas incorporan y validan a la oralidad como fuente de investigación y la psicología tiene una historia viviente y sobreviviente a esos tiempos, que hay que recuperar antes que desaparezca con sus actores. Contamos con unas ricas fuentes en las memorias de quienes formaron y se formaron en esos años; las memorias de quienes investigaron y trabajaron desde la psicología en sus distintos ámbitos. Para esto, el testimonio de quienes han sido protagonistas y testigos de estas transformaciones producidas por el golpe y la dictadura es una voz que debemos registrar, analizar y transmitir para desentrañar los sentidos sobre el quehacer de la disciplina en ese pasado.

– Este periodo nos invita a revisar y explicar el quehacer de la disciplina en el ámbito de la investigación/producción de conocimiento (los temas, objetos, referencias teórico-conceptuales, metodologías); en el campo de la enseñanza-aprendizaje de la psicología (escuelas, orientaciones, currículums, cursos, especializaciones, etc.) y en la práctica profesional en las distintas esferas: laboral/organizacional, educacional, clínica y sus distintos enfoques, social y comunitaria. También resulta necesario profundizar en la actuación de psicólogos al servicio de la instalación y funcionamiento de los aparatos represivos del Estado y de aquellos que trabajaron acompañando a quienes eran represaliados o victimados por la represión de la época.

Tenemos mucho por hacer. Historizar a la psicología nos permite entender y explicar cuáles han sido las condiciones políticas y socio-históricas que han hecho posible los procesos y derivas en la institucionalización de la disciplina en Chile. Construir nuestra historia involucra asumir la dimensión política del pasado y presente de la Psicología, entender que el trabajo historiográfico es ante todo una interpretación del pasado en el presente.

 

1 Departamento de Psicología Universidad Cardenal Raúl Silva Henríquez (2005) Rol, identidad y evolución de las prácticas profesionales de los psicólogos en Chile. N°24. Santiago: Ediciones UCSH.

2 Ídem, p. 36.

3 Ídem, p. 36.

4 Ídem, p. 37.