Dos aspectos importantes de los padres homosexuales

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Por Francisca Jenschke* y Augusto Mellado**. * Psicóloga, Universidad Católica de Chile Terapeuta familiar del Instituto Chileno de Terapia Familiar Magister en Estudios Sistémicos Avanzados de la Familia y la Pareja de la Universidad Alberto Hurtado. ** Psicólogo, Universidad Alberto Hurtado Magíster en Psicología Clínica, Universidad Católica de Chile.

Miguel, padre de Andrea (9 años) y Camila (7 años), solicita atención psicológica para apoyar a sus hijas en el proceso de su separación matrimonial, ocurrida hace un año. Miguel dice que Elena, su ex esposa y madre de las niñas, está de acuerdo con la consulta, pero que ambos van a venir por separado puesto que se están tratando muy mal. Y agrega: “hay otra cosa que es importante,” se toma un tiempo, cambia el tono de voz y luego dice que él es homosexual. Este comentario parece requerirle un esfuerzo.

No es difícil entender que a un padre le cueste decir que es homosexual. En Chile aún existen prejuicios de esta índole. En el año 2004, a una jueza le revocaron la tutela de sus hijas bajo el argumento de que la relación de convivencia que mantenía con su pareja del mismo sexo vulneraba el desarrollo psíquico y emocional de sus hijas de corta edad, las que compartían el hogar con ellas. En el fondo, había un juicio de valor respecto a las competencias de la jueza, que había admitido su condición homosexual, como madre. Estos temores y prejuicios resultan contradictorios con estudios recientes sobre dinámicas parentales presentes en las diversas familias que están emergiendo en la actualidad. En las familias homoparentales (donde quien cumple la función parental es al menos una persona homosexual) se ha mostrado que la capacidad de generar vínculos afectivos, brindar protección y guiar a sus hijos en sus desempeños sociales no difiere de la que exhiben las familias heterosexuales.

En el caso que se expone al principio, se evaluó y trabajó con ambas niñas y sus padres, por separado. En la primera parte de la terapia, las temáticas de conflictos, disputas, secretos y pérdidas eran la tónica. Para la madre, la “salida del closet” de su ex marido resultaba un eje fundamental del problema, desde el cual criticaba y descalificaba al padre en sus competencias y como modelo de identificación. Él, por su parte, se defendía frente a ella y le respondía enojado, o se mostraba inicialmente enojado por la intolerancia y crítica de ella respecto a su condición, ante lo cual ella reaccionaba. Cada uno puntuaba la situación desde su lugar, viéndose a sí mismos como víctimas del otro, mientras las hijas daban luces de la vivencia de una pérdida de figuras significativas ocupadas en criticarse y defenderse, y con una gran dificultad de hablar de lo que les afectaba.

Las niñas compartían una vivencia de familia en la que, hasta antes de la separación, ambos padres habían cumplido un rol significativo en el desarrollo de sentimientos de confianza y seguridad, sintiéndolos contenedores y presentes. Pero en el momento de la terapia los padres estaban abocados al conflicto de la separación, por un lado, y, por otro, a mantenerlas “protegidas” de la condición del padre para que no “sufrieran.” Ellas se sentían solas. Quedaba claro que su mayor sufrimiento tenía que ver con la vivencia de pérdida de padres cariñosos y cercanos más que con la nueva información sobre el padre.

El trabajo terapéutico se orientó a reestablecer la mirada de las necesidades emocionales de cada uno de los miembros de esta familia, ocultas tras el conflicto actual, como paso previo antes de abocarse a la elaboración de la separación y la condición del padre, y a validar el rol permanente de los padres como figuras contenedoras, amorosas y cercanas a las hijas.

A partir de esta psicoterapia, se destacan dos grandes dimensiones que resultan fundamentales para comprender el desarrollo psicológico de un niño en su familia. La primera es la importancia de la afectividad entre padres e hijos, y la segunda es la función sociabilizante que se da en dicho contexto.

Los resultados de las investigaciones sobre parentalidad homosexual, aún en ciernes, comienzan a hacer visibles algunos aspectos de ambas dimensiones. Una investigación española (1) concluyó que los padres homosexuales comparten las mismas preocupaciones que sus pares heterosexuales en torno al bienestar de sus hijos, aunque les preocupa particularmente que puedan sufrir discriminación debido a su condición de homosexuales; además, consideran que puede ser beneficioso para sus hijos crecer en un hogar donde no hay distinciones rígidas respecto a los roles de género.

En general, existen pocos estudios sobre auto-percepción de los hijos pequeños respecto a sus padres homosexuales. Los que están disponibles más bien se focalizan en la perspectiva de los padres e hijos adolescentes. Otra investigación española (2) con jóvenes adultos que vivieron con padres homosexuales concluye que no se han encontrado contextos específicos de riesgo para el desarrollo infantil y adolescente y que la calidad de vida familiar lograda favorece el desarrollo psicológico, tal como lo señalan, según sus autoras, resultados similares en Francia, Holanda, Bélgica, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos. Otro estudio con hijos adolescentes (3) muestra que ellos perciben el clima familiar de sus hogares con un alto grado de aceptación, un buen nivel de supervisión y autocontrol y escasos momentos conflictivos, en forma similar a como lo percibieron adolescentes de familias con padres heterosexuales. Es interesante notar que dichos adolescentes percibían un mayor grado de supervisión
que sus similares de familias de padres heterosexuales.

Los estudios españoles sobre homoparentalidad concuerdan, en su mayoría, en que la vida cotidiana entre padres e hijos se caracteriza por estabilidad y regularidad en la comunicación y en los afectos, y por la presencia de un nivel de conflictos similar al de las familias heterosexuales (3 y 4). También indican que los padres homosexuales presentan características mixtas en cuanto a los roles de género tradicionalmente atribuidos a hombres y mujeres, un grado de cohesión familiar que tiende a mostrar un equilibrio entre vinculación e individualidad, un buen nivel de autoestima y un saludable ajuste emocional y comportamental (3). Finalmente estos estudios tienden a reafirmar que no importa la orientación sexual de los padres cuando se trata de favorecer el desarrollo de sus hijos, sino más bien la calidad de las relaciones que han establecido (3 y 5).

Si bien estas investigaciones se centran en familias que prácticamente no han sido estudiadas en Chile, evidencian elementos significativos de las dimensiones afectivas y de sociabilización que son las que, en gran medida, posibilitan el desarrollo psicológico de los niños. En el caso clínico presentado se destaca la actitud y capacidad paternaL de Miguel para movilizar recursos y restablecer sus vínculos afectivos en el momento en que sus hijas más lo necesitaban.. Las niñas logran reconocer dicha re-vinculación por parte de su padre, dentro de la confusión surgida en la separación matrimonial, incluso existiendo recriminaciones mutuas entre sus padres, cuestión que no podría haber ocurrido si no estuvieran consolidándose procesos complejos de sociabilización.

Referencias Bibliográficas
(1) Ceballos, M. (2012). Ser madres y padres en familias homoparentales: análisis del discurso de sus percepciones sobre la educación de sus hijos e hijas. Ensayos, Rev. de la Fac. de Edu. de Albacete, 27, 143-158.
(2) González, M. M. y López, F. (2005). ¿Qué hemos aprendido de las familias homoparentales
en España? Ponencia presentada en la III Conférence Internationale sur l’Homoparentalité. París, Francia.
(3) González, M. M., Chacón, F., Gómez, A. B., Sánchez, M. A. y Morcillo, E. (2002). Dinámicas familiares, organización de la vida cotidiana y desarrollo infantil y adolescente en familias homoparentales. Estudios e investigaciones. Madrid, España.
(4) González, M. M. y López, F. (2009). Relaciones familiares y vida cotidiana de niños y niñas que viven con madres lesbianas o padres gays. Cultura y educación, 21, 417-428.
(5) Gómez, A. B. (2004). Diversidad familiar y homoparentalidad. Rev. Pediatría de Atención Primaria, 6, 361-365.