Solidaridad: una causa popular

Un estudio realizado por la Facultad de Psicología de la UAH demostró que la solidaridad es altamente valorada por los chilenos.

Por José Antonio Román Brugnoli* y Sebastián Ibarra González**. *Director Magíster en Psicología Social, Facultad de Psicología, UAH. **Investigador Asociado Área de Psicología Social, Facultad de Psicología, UAH.

¿Tiene la solidaridad alguna relación con la responsabilidad social del Estado y particularmente con las actuales demandas ciudadanas por mayor equidad en la educación? ¿Qué tiene que decir sobre esto la psicología social?

Son interrogantes necesarias en un mes dedicado a la solidaridad. Habitualmente la psicología social ha estudiado acciones vinculadas con la noción de solidaridad, como las conductas desinteresadas de ayuda a otro (altruismo) y las de ayuda recíproca (cooperación).

Sin embargo, fue el psicólogo social y jesuita Ignacio Martín Baró quién consignó a la solidaridad como un tipo particular de acción prosocial: una que contribuye simultáneamente a la responsabilidad colectiva y a la justicia social.

Mientras la primera significación tiende a subrayar el carácter voluntario y ocasional de la acción de ayuda, la noción de solidaridad de Martín Baró permite considerar un tipo de prosocialidad con un sentido mutualista de la responsabilidad y con una dirección política: la justicia social.

Buena parte del debate sobre solidaridad recoge esta tensión entre un sentido altruista (voluntarista) y otro mutualista (responsabilista), e incluye una discusión sobre el rol del Estado como agente responsable de la justicia social y del bien común (solidaridad mutualista) o como responsable de un rol subsidiario en un sistema en que la responsabilidad social se distribuye entre variedad de actores (de solidaridad altruista).

Nuestras investigaciones1 indican que la solidaridad, en un sentido amplio, es altamente valorada por chilenas y chilenos tanto para la vida personal como para una buena vida en sociedad. También reconocen y valoran diferentes formas de solidaridad: la del Estado, en una distribución más justa del ingreso y de las oportunidades; la donación directa de bienes a los más pobres; una solidaridad cotidiana expresada en formas de respeto, cortesía y pequeños favores; las actividades de voluntariado; donaciones pecuniarias mediadas por instituciones y el mercado y una solidaridad de compromiso y acción política.

Frente a la tensión entre una solidaridad de Estado y otra mediada por el mercado, un 43% de los encuestados manifestó altos grados de acuerdo con ambos discursos y solo un 10% mostró bajos niveles de acuerdo con ambos. Un 26% fue selectivo en manifestar un alto grado de acuerdo solo con un discurso de la solidaridad de Estado y un 21% lo explicitó respecto de una solidaridad mediada por el mercado. Así, la solidaridad tiende a concitar, en cualquiera de sus versiones, una amplia aprobación.

En cuanto a la forma en que se concibe la responsabilidad social, entre una variedad de alternativas un 76% de los encuestados eligió al Ministerio de Educación como el primer responsable de resolver el problema de la desigualdad en educación, y un 78% señaló al Estado como el principal responsable de resolver la desigualdad en la distribución del ingreso en Chile.

Finalmente, sobre el rol del Estado en equidad social, el 65% manifestó que el rol del Estado debiera ser aumentar el gasto social vía impuestos, contra un 35% que declaró que el Estado debiera bajar los impuestos aunque esto significara disminuir el gasto social. Respecto de un modelo basado en la competitividad o en la igualdad de oportunidades, un 84% señaló que es obligación del Estado generar igualdad de oportunidades para todos, contra un 16% que planteó que las oportunidades deben ser para los mejores.

La actual demanda social al Estado chileno por equidad en educación es consistente con estos resultados, los que permiten pensar que una respuesta favorable en esta dirección contribuiría positivamente al anhelo de una sociedad chilena solidaria basada en la responsabilidad social y orientada hacia la justicia.

 

1. Proyecto Fondecyt Nº1090534. Los datos presentados corresponden a una encuesta aplicada a una muestra aleatoria de 934 casos, con un 67% de representatividad nacional urbana y un 58% total país, 95% de confianza y un margen de error de +/-3,5%.