Actualmente el sistema educativo chileno está siendo objeto de cambios que buscan modificar aspectos relevantes de su organización. Uno de los cambios que posee mayor envergadura es el que se lleva a cabo a través de la Ley de Inclusión, la que establece el fin al lucro, a la selección y al copago en la educación escolar. Estos cambios responden a la intención de promover que el sistema educativo opere bajo principios distintos a los que han estado a la base de su organización durante las tres últimas décadas. Mediante ellos se busca transitar desde una lógica centrada en el mercado, a una lógica centrada en la inclusión y un enfoque de derechos; desde una visión de los actores del sistema como proveedores y consumidores de servicios, a una lógica en la que estos actores son entendidos como sujetos de derechos, teniendo como horizonte la visión de estos sujetos en tanto ciudadanos.
El presente número busca contribuir al debate respecto de los desafíos que implica promover un cambio del sistema escolar de acuerdo a estos lineamientos, a partir de consideraciones articuladas con la psicología. Estas contribuciones son realizadas en el entendido de que modificar la lógica de acuerdo a la cual opera el sistema educativo demanda no sólo las transformaciones necesarias en términos legales y administrativos, sino también aquellas que deben expresarse en el tipo de prácticas y relaciones que tienen lugar en las instituciones educativas.
Por Felipe Burrows, Académico Facultad de Psicología UAH.
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