Postítulo en Psicoterapia de la UAH invita a charla y taller sobre mentalización

Durante septiembre, la Facultad de Psicología, el Postítulo de Psicoterapia, MIDAP y CIPSI invitaron al Taller “Psicoterapia basada en la mentalización” y a la Charla “Mentalización y su rol en la elaboración del trauma político”, ambas actividades dictadas por el Dr. Nicolás Lorenzini, de la International Psychoanalytic University Berlin.

Respecto del concepto de mentalización, el investigador especificó que apela a la capacidad de la imaginación para adscribir causas mentales al comportamiento propio y de los demás. “Es decir, nuestra capacidad como seres humanos de saber que tanto nosotros mismos como los demás tenemos una mente. Tal capacidad está a la base de otras funciones más complejas, como la empatía, la regulación emocional, el desarrollo de la propia identidad, etc.”, explicó Lorenzini, mientras enfatizó que “la mentalización es el fundamento de nuestra mayor arma evolutiva como especie: ser capaces de coordinarnos en grandes números y comunicarnos eficientemente. Sin esa capacidad, la humanidad como la conocemos no sería lo mismo”.

El académico se refirió al Taller “Psicoterapia basada en la mentalización”, en el que participaron casi 40 personas y del cual sostuvo que se hizo una detallada introducción a la teoría de la mentalización y se revisó cómo esa capacidad se desarrolla durante la infancia y adolescencia, y cómo sigue evolucionando durante la vida adulta.

“Hemos visto cuales son los requisitos necesarios para un buen desarrollo de la capacidad de la mentalización: como es necesario contar con una figura de apego temprana que responde adecuadamente a nuestras necesidades cuando somos aún muy pequeños para poder satisfacer nuestras necesidades independientemente. Luego abordamos ciertas psicopatologías comunes como la depresión, la angustia y sobre todo, los trastornos de personalidad, como instancias donde la mentalización tiende a fallar, o se demuestra que la mentalización no pudo desarrollarse de manera ideal durante etapas más tempranas de la vida, ya sea por factores hereditarios o por experiencias como el abuso, el abandono, la violencia, las perdidas tempranas, etc.”, comentó Lorenzini.

Finalmente, el taller profundizó en el más reciente avance en la teoría de la mentalización: la teoría de la pedagogía natural y la confianza epistémica. Esta teoría proviene de la antropología, y explica cómo los seres humanos están programados para vivir en un entorno cultural. “El apego y la mentalización son capacidades individuales que abren la posibilidad de aprender de nuestro entorno cultural y adaptarnos a los cambios (vertiginosos) de la cultura en que vivimos”, destacó el psicólogo.

Respecto de la charla “Mentalización y su rol en la elaboración del trauma político”, Nicolás Lorenzini puntualizó que buscó utilizar el concepto de mentalización y la teoría de la confianza epistémica para pensar en las consecuencias de nacer, vivir y ser madre o padre durante periodos de violencia de estado.

“Esta charla es la síntesis de un capítulo que escribí para un libro llamado “Approaches to Psychic Trauma”, editado por el psicoanalista Dr. Bernd Huppertz. Él es un experimentado psicoanalista alemán que trabajó durante mucho tiempo en la Alemania oriental, bajo una dictadura comunista. Una vez caído el muro, el Dr. Huppertz continuó trabajando con personas que si bien ya no vivían en dictadura, aún mostraban signos de sufrimiento o déficit derivados de la experiencia de haber vivido bajo el totalitarismo. Aún más interesante es que poco a poco, comenzó a darse cuenta que había elementos en común entre personas que si bien no habían experimentado el totalitarismo directamente, provenían de una “segunda generación”, es decir, hijos de padres que habían vivido bajo la amenaza de la violencia de estado”, comentó Lorenzini, para luego sostener que, aterrizándolo a la realidad chilena, “no podemos pretender que la experiencia del totalitarismo que vivieron nuestros padres no ha afectado la forma en que nos hemos desarrollado, en que hemos abrazado nuestras ambiciones, nuestros objetivos, nuestros colores políticos y -de especial importancia para mí- nuestra capacidad de observar críticamente nuestro sistema sociopolítico actual”.

 

Postítulo en Psicoterapia de la UAH invita a charla y taller sobre mentalización

Durante septiembre, la Facultad de Psicología, el Postítulo de Psicoterapia, MIDAP y CIPSI invitaron al Taller “Psicoterapia basada en la mentalización” y a la Charla “Mentalización y su rol en la elaboración del trauma político”, ambas actividades dictadas por el Dr. Nicolás Lorenzini, de la International Psychoanalytic University Berlin.

Respecto del concepto de mentalización, el investigador especificó que apela a la capacidad de la imaginación para adscribir causas mentales al comportamiento propio y de los demás. “Es decir, nuestra capacidad como seres humanos de saber que tanto nosotros mismos como los demás tenemos una mente. Tal capacidad está a la base de otras funciones más complejas, como la empatía, la regulación emocional, el desarrollo de la propia identidad, etc.”, explicó Lorenzini, mientras enfatizó que “la mentalización es el fundamento de nuestra mayor arma evolutiva como especie: ser capaces de coordinarnos en grandes números y comunicarnos eficientemente. Sin esa capacidad, la humanidad como la conocemos no sería lo mismo”.

El académico se refirió al Taller “Psicoterapia basada en la mentalización”, en el que participaron casi 40 personas y del cual sostuvo que se hizo una detallada introducción a la teoría de la mentalización y se revisó cómo esa capacidad se desarrolla durante la infancia y adolescencia, y cómo sigue evolucionando durante la vida adulta.

“Hemos visto cuales son los requisitos necesarios para un buen desarrollo de la capacidad de la mentalización: como es necesario contar con una figura de apego temprana que responde adecuadamente a nuestras necesidades cuando somos aún muy pequeños para poder satisfacer nuestras necesidades independientemente. Luego abordamos ciertas psicopatologías comunes como la depresión, la angustia y sobre todo, los trastornos de personalidad, como instancias donde la mentalización tiende a fallar, o se demuestra que la mentalización no pudo desarrollarse de manera ideal durante etapas más tempranas de la vida, ya sea por factores hereditarios o por experiencias como el abuso, el abandono, la violencia, las perdidas tempranas, etc.”, comentó Lorenzini.

Finalmente, el taller profundizó en el más reciente avance en la teoría de la mentalización: la teoría de la pedagogía natural y la confianza epistémica. Esta teoría proviene de la antropología, y explica cómo los seres humanos están programados para vivir en un entorno cultural. “El apego y la mentalización son capacidades individuales que abren la posibilidad de aprender de nuestro entorno cultural y adaptarnos a los cambios (vertiginosos) de la cultura en que vivimos”, destacó el psicólogo.

Respecto de la charla “Mentalización y su rol en la elaboración del trauma político”, Nicolás Lorenzini puntualizó que buscó utilizar el concepto de mentalización y la teoría de la confianza epistémica para pensar en las consecuencias de nacer, vivir y ser madre o padre durante periodos de violencia de estado.

“Esta charla es la síntesis de un capítulo que escribí para un libro llamado “Approaches to Psychic Trauma”, editado por el psicoanalista Dr. Bernd Huppertz. Él es un experimentado psicoanalista alemán que trabajó durante mucho tiempo en la Alemania oriental, bajo una dictadura comunista. Una vez caído el muro, el Dr. Huppertz continuó trabajando con personas que si bien ya no vivían en dictadura, aún mostraban signos de sufrimiento o déficit derivados de la experiencia de haber vivido bajo el totalitarismo. Aún más interesante es que poco a poco, comenzó a darse cuenta que había elementos en común entre personas que si bien no habían experimentado el totalitarismo directamente, provenían de una “segunda generación”, es decir, hijos de padres que habían vivido bajo la amenaza de la violencia de estado”, comentó Lorenzini, para luego sostener que, aterrizándolo a la realidad chilena, “no podemos pretender que la experiencia del totalitarismo que vivieron nuestros padres no ha afectado la forma en que nos hemos desarrollado, en que hemos abrazado nuestras ambiciones, nuestros objetivos, nuestros colores políticos y -de especial importancia para mí- nuestra capacidad de observar críticamente nuestro sistema sociopolítico actual”.