Delegación de académicos y estudiante UAH participan en el 17º Congreso Chileno de Psicoterapia

Entre el 29 y el 31 de agosto se realizó el 17º Congreso Chileno de Psicoterapia en Reñaca (V Región), en la que participaron las y los académicos de la Facultad de Psicología de la Universidad Alberto Hurtado Javiera Navarro, María de los Ángeles Fossatti, Mauricio Toval-Gajardo y Sebastián Collado y la estudiante del Magíster en Clínica Relacional con niños, niñas y adolescentes, Jennifer Downie.

La académica María de los Ángeles Fossatti participó en la ponencia “Entre Éxitos y Tropiezos: La Experiencia de Implementar Monitoreo Rutinario de Resultados en un Centro Psicológico Universitario”, junto a las académicas Carolina Altimir (UANDES), Susana Pizarro (UAH), Katherine Escobar (UAH) y David Carrasco (UAH).

Navarro, por su parte, impartió el taller “Nuevas familias, múltiples historias: ¿Cómo trabajar relatos de origen que promuevan memorias autobiográficas en familias dono-concebidas?”.

Mientras que Toval-Gajardo, Collado y Downie participaron en el panel que llevó por nombre “Voces en transferencia: Aportes del dialogismo y la improvisación a la clínica relacional infanto-juvenil contemporánea”, moderado por Javiera Navarro, el cual propuso un espacio de discusión sobre los aportes del dialogismo —como matriz epistémica y clínica— al campo del psicoanálisis relacional y sus prácticas contemporáneas con niños, niñas y adolescentes.

“Desde una lectura crítica del modelo clásico de la técnica psicoanalítica, se planteó que categorías como neutralidad, abstinencia, self, escucha, juego e improvisación pueden ser enriquecidas y transformadas cuando se sitúan en un marco dialógico, donde la subjetividad es comprendida como polifónica, situada y relacional”, aseguró la directora del Magíster en Clínica Relacional con niños, niñas y adolescentes UAH, Javiera Navarro.

La propuesta surge del trabajo colectivo desarrollado al interior de dicho programa, e incluye contribuciones de docentes, investigadores/as, titulados/as y estudiantes del programa, en articulación con el proyecto independiente Psicoanálisis Dialógico.

“Voces en transferencia”

El panel, que fue conducido por Navarro, reunió tres presentaciones que exploraron diversas aristas de esta articulación, como la conceptualización de la neutralidad analítica como construcción estética y performativa dentro del dispositivo clínico; una reflexión sobre la improvisación en el entrenamiento de terapeutas infanto-juveniles; y un enfoque relacional de la clínica con adolescentes desde una ética del reconocimiento y la heterogeneidad subjetiva.

La primera presentación fue de la estudiante de 2° año del Magíster en Clínica Relacional con NNA, Jennifer Downie -quien se adjudicó el concurso “Inscripción Actividades Académicas de Magíster 2025”- titulada “¿Cómo se entrena el improvisar?” en la cual exploró cómo se entrena la improvisación en el psicoanálisis relacional, destacando su papel central en la co-construcción del inconsciente relacional.

En la clínica infantil, improvisar se vincula estrechamente al juego, que opera como un lenguaje relacional no verbal. La improvisación no se enseña como técnica rígida, sino como una disposición clínica sensible al momento presente, al vínculo y a los efectos de la propia implicación. La supervisión también participa como matriz intersubjetiva en este aprendizaje. Finalmente, se planteó que la improvisación no reemplaza la teoría, sino que encarna una ética del encuentro y una apertura creativa esencial para el trabajo terapéutico contemporáneo.

Los académicos y docentes del programa, Mauricio Toval-Gajardo y Sebastián Collado realizaron dos presentaciones. La primera titulada “La abstinencia del analista como construcción estética: un aporte desde el dialogismo para la clínica contemporánea”, en la cual se propuso una revisión crítica del concepto de neutralidad analítica, comprendida no como abstención técnica ni como ilusión de objetividad, sino como una construcción estética y epistémica que estructura la escena clínica.

A partir del dialogismo de Bajtín y la noción de espacio potencial de Winnicott, se argumenta que la neutralidad funciona como un posicionamiento simbólico que permite la emergencia del deseo en un campo transferencial abierto a la transformación subjetiva. En este marco, la neutralidad se redefine como la capacidad de autorreflexión del analista respecto del objeto que está contribuyendo a constituir: implica hacerse responsable de la propia influencia en la configuración de aquello que se escucha, se interpreta o se nombra. Esta perspectiva desplaza la idea de neutralidad como no implicación, y la sitúa como una forma de responsabilidad clínica y política en la producción de subjetividad. La clínica se concibe, así, como un arte del encuentro más que como técnica de aplicación.

La segunda presentación de los docentes fue “Psicoanálisis dialógico para una sexualidad en tiempos de sexting”, trabajo en el que utilizan el concepto de lo neosexual (propuesto por Joyce McDougall para referirse a expresiones clínicas de sexualidades previamente asociadas a la perversión), para pensar las nuevas soluciones autocurativas que emergen ante la exposición a experiencias sexuales virtuales como el sexting y la pornografía customizada modelada con inteligencia artificial.

La neosexualidad se presenta como un concepto útil para concebir una escucha terapéutica que no se escapa a imposiciones moralizantes, sino que se mantiene como continente de lo desbordante: una escucha dialógica y no dialéctica de la sexualidad contemporánea.

Delegación de académicos y estudiante UAH participan en el 17º Congreso Chileno de Psicoterapia

Entre el 29 y el 31 de agosto se realizó el 17º Congreso Chileno de Psicoterapia en Reñaca (V Región), en la que participaron las y los académicos de la Facultad de Psicología de la Universidad Alberto Hurtado Javiera Navarro, María de los Ángeles Fossatti, Mauricio Toval-Gajardo y Sebastián Collado y la estudiante del Magíster en Clínica Relacional con niños, niñas y adolescentes, Jennifer Downie.

La académica María de los Ángeles Fossatti participó en la ponencia “Entre Éxitos y Tropiezos: La Experiencia de Implementar Monitoreo Rutinario de Resultados en un Centro Psicológico Universitario”, junto a las académicas Carolina Altimir (UANDES), Susana Pizarro (UAH), Katherine Escobar (UAH) y David Carrasco (UAH).

Navarro, por su parte, impartió el taller “Nuevas familias, múltiples historias: ¿Cómo trabajar relatos de origen que promuevan memorias autobiográficas en familias dono-concebidas?”.

Mientras que Toval-Gajardo, Collado y Downie participaron en el panel que llevó por nombre “Voces en transferencia: Aportes del dialogismo y la improvisación a la clínica relacional infanto-juvenil contemporánea”, moderado por Javiera Navarro, el cual propuso un espacio de discusión sobre los aportes del dialogismo —como matriz epistémica y clínica— al campo del psicoanálisis relacional y sus prácticas contemporáneas con niños, niñas y adolescentes.

“Desde una lectura crítica del modelo clásico de la técnica psicoanalítica, se planteó que categorías como neutralidad, abstinencia, self, escucha, juego e improvisación pueden ser enriquecidas y transformadas cuando se sitúan en un marco dialógico, donde la subjetividad es comprendida como polifónica, situada y relacional”, aseguró la directora del Magíster en Clínica Relacional con niños, niñas y adolescentes UAH, Javiera Navarro.

La propuesta surge del trabajo colectivo desarrollado al interior de dicho programa, e incluye contribuciones de docentes, investigadores/as, titulados/as y estudiantes del programa, en articulación con el proyecto independiente Psicoanálisis Dialógico.

“Voces en transferencia”

El panel, que fue conducido por Navarro, reunió tres presentaciones que exploraron diversas aristas de esta articulación, como la conceptualización de la neutralidad analítica como construcción estética y performativa dentro del dispositivo clínico; una reflexión sobre la improvisación en el entrenamiento de terapeutas infanto-juveniles; y un enfoque relacional de la clínica con adolescentes desde una ética del reconocimiento y la heterogeneidad subjetiva.

La primera presentación fue de la estudiante de 2° año del Magíster en Clínica Relacional con NNA, Jennifer Downie -quien se adjudicó el concurso “Inscripción Actividades Académicas de Magíster 2025”- titulada “¿Cómo se entrena el improvisar?” en la cual exploró cómo se entrena la improvisación en el psicoanálisis relacional, destacando su papel central en la co-construcción del inconsciente relacional.

En la clínica infantil, improvisar se vincula estrechamente al juego, que opera como un lenguaje relacional no verbal. La improvisación no se enseña como técnica rígida, sino como una disposición clínica sensible al momento presente, al vínculo y a los efectos de la propia implicación. La supervisión también participa como matriz intersubjetiva en este aprendizaje. Finalmente, se planteó que la improvisación no reemplaza la teoría, sino que encarna una ética del encuentro y una apertura creativa esencial para el trabajo terapéutico contemporáneo.

Los académicos y docentes del programa, Mauricio Toval-Gajardo y Sebastián Collado realizaron dos presentaciones. La primera titulada “La abstinencia del analista como construcción estética: un aporte desde el dialogismo para la clínica contemporánea”, en la cual se propuso una revisión crítica del concepto de neutralidad analítica, comprendida no como abstención técnica ni como ilusión de objetividad, sino como una construcción estética y epistémica que estructura la escena clínica.

A partir del dialogismo de Bajtín y la noción de espacio potencial de Winnicott, se argumenta que la neutralidad funciona como un posicionamiento simbólico que permite la emergencia del deseo en un campo transferencial abierto a la transformación subjetiva. En este marco, la neutralidad se redefine como la capacidad de autorreflexión del analista respecto del objeto que está contribuyendo a constituir: implica hacerse responsable de la propia influencia en la configuración de aquello que se escucha, se interpreta o se nombra. Esta perspectiva desplaza la idea de neutralidad como no implicación, y la sitúa como una forma de responsabilidad clínica y política en la producción de subjetividad. La clínica se concibe, así, como un arte del encuentro más que como técnica de aplicación.

La segunda presentación de los docentes fue “Psicoanálisis dialógico para una sexualidad en tiempos de sexting”, trabajo en el que utilizan el concepto de lo neosexual (propuesto por Joyce McDougall para referirse a expresiones clínicas de sexualidades previamente asociadas a la perversión), para pensar las nuevas soluciones autocurativas que emergen ante la exposición a experiencias sexuales virtuales como el sexting y la pornografía customizada modelada con inteligencia artificial.

La neosexualidad se presenta como un concepto útil para concebir una escucha terapéutica que no se escapa a imposiciones moralizantes, sino que se mantiene como continente de lo desbordante: una escucha dialógica y no dialéctica de la sexualidad contemporánea.