Con cerca de 300 mil volúmenes de documentos heredados de la Compañía de Jesús e importantes archivos públicos de Chile, la Biblioteca de la Universidad Alberto Hurtado es de las más grandes del país, destacándose principalmente por su énfasis en el área de las ciencias sociales y humanidades. Hoy, como parte del Plan UAH Retorno Seguro y Progresivo, la Biblioteca está retomando algunos servicios de manera presencial.
Por Aracelly Bravo Saavedra
En un barrio de valor histórico y arquitectónico del centro de Santiago, en Almirante Barroso 10, se encuentra la Casa Central de la Universidad Alberto Hurtado. Al interior, imponente a un costado del patio, está la Biblioteca Central. Su estructura patrimonial evoca la identidad e historia del Siglo XX. Esta es una de las dos sedes de la Biblioteca de la Universidad. La otra está ubicada unas cuadras al sureste, en Vidaurre 1457. Se trata de la Biblioteca San Ignacio.
Con un valioso patrimonio bibliográfico, la Biblioteca de la Universidad Alberto Hurtado alberga más de 300 mil volúmenes de documentos heredados de la Compañía de Jesús e importantes archivos públicos de Chile, que la convierten en una de las bibliotecas más grandes del país. Es un espacio público y abierto: sólo con el carné de identidad, cualquier persona, estudiante de la Universidad o no, puede consultar por un libro. Se estima que, anualmente, 170 mil personas visitan la Biblioteca y se prestan alrededor de 30 mil libros.
“La colección de las bibliotecas de la universidad nace del patrimonio bibliográfico de la Compañía de Jesús. Y se conforma a partir de la unión de las colecciones de la ex Biblioteca Bellarmino, la Biblioteca San Ignacio, CISOC y el CIDE”, explica la Jefa de Servicios a Usuarios de la Biblioteca UAH, Guadalupe Ovalle.
“En un inicio las bibliotecas tenían sistemas de búsqueda y préstamo manuales, los que, con el avance de los años, evolucionaron a servicios automatizados y en línea, contando hoy con un moderno sistema de gestión bibliotecaria alojado en la nube, lo que ha permitido que, durante la pandemia, la mayor parte del trabajo interno pudiese realizarse desde cualquier punto”, detalla la bibliotecaria.
Además de los recursos de apoyo a la vida universitaria, la Biblioteca también cuenta con recursos de apoyo para docentes, como las bibliografías de asignaturas y más de 524 mil recursos electrónicos (e-books, revistas electrónicas y tesis digitales). La Biblioteca también está suscrita a 43 bases de datos, entre ellas WOS, JSTOR y EBSCO. Estos recursos de apoyo están disponibles en el sitio web de la Biblioteca. Para acceder a ellos es necesario contar con las credenciales universitarias y la clave institucional para iniciar sesión.
En la Biblioteca Central los libros se encuentran agrupados en colecciones. En la entrada, pasando los casilleros, está la Colección de Alta Demanda. Ahí se encuentran las bibliografías básicas de las carreras que se imparten en la Universidad. Usualmente estos libros – que se identifican por el botón rojo en el lomo – se prestan por tres días y no pueden ser renovados. Hoy, sin embargo, bajo el nuevo funcionamiento de la Biblioteca por pandemia, el periodo de préstamo es de dos semanas.
Al ingresar a la Biblioteca está la Colección de Referencia, compuesta de anuarios, diccionarios, enciclopedias y directorios. Todas obras de consulta rápida, expuestas en una estantería abierta. El silencio imperante solo es interrumpido por el crujido de la escalera que lleva al subterráneo, donde se encuentra la Colección General.
En este sector se almacenan bibliografías complementarias, que se prestan por siete días y pueden renovarse por siete más. Actualmente el periodo de préstamo es de un mes con la posibilidad de renovarlo, siempre y cuando el libro no haya sido solicitado por otro usuario o usuaria. Si eso sucede, se pedirá la devolución en una fecha acordada.
En Colección General también se encuentran las tesis de pre y postgrado y la colección de hemeroteca, que contiene títulos de revistas impresas a la que la Biblioteca está suscrita, aunque estas solo pueden ser consultadas en sala.
Además de las diferentes salas de lectura y estudio que tiene la Biblioteca, en el segundo piso del inmueble se encuentra la sala de navegación, donde se puede buscar información y acceder a diferentes bases de datos. “El espacio físico donde se ubica la Biblioteca Central ha crecido en el trascurso de los años y esperamos contar próximamente con la ampliación del tercer piso para habilitar un espacio de trabajo colaborativo, con salas de estudio y trabajo en grupo”, detalla Guadalupe Ovalle.
Dentro de esta Biblioteca existe un valioso patrimonio heredado de la Compañía de Jesús, donde destacan libros que fueron publicados entre los años 1500 al 1700 y que son almacenados en condiciones especiales – como el control de la temperatura y humedad – para contribuir a su conservación. Aquí se encuentra la Sala Molina, que posee libros desde 1800 a 1900, de las áreas de teología, literatura, historia y arte. Aunque está abierta a toda la comunidad universitaria, jesuitas e investigadores, es necesario solicitar una autorización especial a la dirección de la Biblioteca para acceder a su colección patrimonial.
En conjunto, estas bibliotecas forman una colección compuesta por 335 mil volúmenes de libros, con un fuerte énfasis en el área de las ciencias sociales y humanidades, siendo muy importante y reconocida a nivel nacional. Además, el servicio de préstamo interbibliotecario permite acceder a las colecciones de cerca de 70 instituciones con las cuales la Biblioteca mantiene convenios.
Asimismo, con el objetivo de acercar a las personas el patrimonio cultural y la memoria colectiva del país, el Archivo Institucional de la Universidad Alberto Hurtado dispone de una selección de documentos de libre acceso, a través del portal archivospublicos.cl. Allí se encuentran documentos, imágenes, u otros materiales digitalizados del período presidencial de Patricio Aylwin Azócar (1990-1994), fotografías del Programa Padres e Hijos tomadas por el fotógrafo Juan Maino (1974-1976) y una recolección de panfletos políticos que abarcan los años 1973-1990.
“Durante la Pandemia los servicios de biblioteca tuvieron trasformaciones desde lo presencial a servicios en línea”, comenta Guadalupe Ovalle. La renovación del sitio web permitió potenciar servicios como los talleres en línea; el servicio de referencia electrónica, a través del chat “Consulte al Bibliotecari@”; diversos formularios en línea para “Solicitud de artículos”, “Solicitud de búsquedas bibliográficas”, entre otros.
Se implementó también “uno de los recursos más importantes durante la pandemia”: la Plataforma de Bibliografías en Línea, que ha puesto a disposición libros de bibliografías básicas en formato digital, para la lectura en línea. Además, entre el año 2020 y 2021 se terminó de implementar un nuevo sistema de gestión bibliotecaria, con un nuevo Buscador integrado de recursos de información.
Desde el lunes 2 de agosto y como parte del Plan UAH Retorno Seguro y Progresivo, la Biblioteca está retomando algunos servicios de manera presencial. De todas maneras, se recomienda seguir las medidas sanitarias implementadas por la Universidad: control de temperatura en la entrada, registro de datos y tiempo de estadía, distancia social de al menos un metro, y uso de mascarilla y de alcohol gel disponible en el dispensador de la Biblioteca.
Para solicitar un préstamo, primero se localizan los títulos en el buscador integrado. La cantidad máxima de libros y el período del préstamo varían según el tipo de usuario: alumnos de pregrado, diplomado, magíster, doctorado, tesistas y socios.
Una vez localizados los títulos, se envían al correo biblioteca@uahurtado.cl junto con los datos personales: nombre, RUT y teléfono de contacto. Entonces se debe esperar la respuesta de confirmación. Las solicitudes de préstamos hacia la Biblioteca San Ignacio, son centralizadas en la Biblioteca Central, siguiendo el mismo procedimiento.
Para ir a la Biblioteca de manera presencial se debe reservar una hora, pues solo funciona con aforo limitado e inscripción previa. Esto se hace mediante un formulario para asegurar la hora de atención. De cualquier modo, en el sitio web de la Biblioteca se encuentra habilitado el Servicio de Chat para hacer todo tipo de preguntas en línea. Y también se puede consultar la sección guías y tutoriales, donde hay videos que explican cómo ingresar y buscar en los diferentes recursos.
Con cerca de 300 mil volúmenes de documentos heredados de la Compañía de Jesús e importantes archivos públicos de Chile, la Biblioteca de la Universidad Alberto Hurtado es de las más grandes del país, destacándose principalmente por su énfasis en el área de las ciencias sociales y humanidades. Hoy, como parte del Plan UAH Retorno Seguro y Progresivo, la Biblioteca está retomando algunos servicios de manera presencial.
Por Aracelly Bravo Saavedra
En un barrio de valor histórico y arquitectónico del centro de Santiago, en Almirante Barroso 10, se encuentra la Casa Central de la Universidad Alberto Hurtado. Al interior, imponente a un costado del patio, está la Biblioteca Central. Su estructura patrimonial evoca la identidad e historia del Siglo XX. Esta es una de las dos sedes de la Biblioteca de la Universidad. La otra está ubicada unas cuadras al sureste, en Vidaurre 1457. Se trata de la Biblioteca San Ignacio.
Con un valioso patrimonio bibliográfico, la Biblioteca de la Universidad Alberto Hurtado alberga más de 300 mil volúmenes de documentos heredados de la Compañía de Jesús e importantes archivos públicos de Chile, que la convierten en una de las bibliotecas más grandes del país. Es un espacio público y abierto: sólo con el carné de identidad, cualquier persona, estudiante de la Universidad o no, puede consultar por un libro. Se estima que, anualmente, 170 mil personas visitan la Biblioteca y se prestan alrededor de 30 mil libros.
“La colección de las bibliotecas de la universidad nace del patrimonio bibliográfico de la Compañía de Jesús. Y se conforma a partir de la unión de las colecciones de la ex Biblioteca Bellarmino, la Biblioteca San Ignacio, CISOC y el CIDE”, explica la Jefa de Servicios a Usuarios de la Biblioteca UAH, Guadalupe Ovalle.
“En un inicio las bibliotecas tenían sistemas de búsqueda y préstamo manuales, los que, con el avance de los años, evolucionaron a servicios automatizados y en línea, contando hoy con un moderno sistema de gestión bibliotecaria alojado en la nube, lo que ha permitido que, durante la pandemia, la mayor parte del trabajo interno pudiese realizarse desde cualquier punto”, detalla la bibliotecaria.
Además de los recursos de apoyo a la vida universitaria, la Biblioteca también cuenta con recursos de apoyo para docentes, como las bibliografías de asignaturas y más de 524 mil recursos electrónicos (e-books, revistas electrónicas y tesis digitales). La Biblioteca también está suscrita a 43 bases de datos, entre ellas WOS, JSTOR y EBSCO. Estos recursos de apoyo están disponibles en el sitio web de la Biblioteca. Para acceder a ellos es necesario contar con las credenciales universitarias y la clave institucional para iniciar sesión.
En la Biblioteca Central los libros se encuentran agrupados en colecciones. En la entrada, pasando los casilleros, está la Colección de Alta Demanda. Ahí se encuentran las bibliografías básicas de las carreras que se imparten en la Universidad. Usualmente estos libros – que se identifican por el botón rojo en el lomo – se prestan por tres días y no pueden ser renovados. Hoy, sin embargo, bajo el nuevo funcionamiento de la Biblioteca por pandemia, el periodo de préstamo es de dos semanas.
Al ingresar a la Biblioteca está la Colección de Referencia, compuesta de anuarios, diccionarios, enciclopedias y directorios. Todas obras de consulta rápida, expuestas en una estantería abierta. El silencio imperante solo es interrumpido por el crujido de la escalera que lleva al subterráneo, donde se encuentra la Colección General.
En este sector se almacenan bibliografías complementarias, que se prestan por siete días y pueden renovarse por siete más. Actualmente el periodo de préstamo es de un mes con la posibilidad de renovarlo, siempre y cuando el libro no haya sido solicitado por otro usuario o usuaria. Si eso sucede, se pedirá la devolución en una fecha acordada.
En Colección General también se encuentran las tesis de pre y postgrado y la colección de hemeroteca, que contiene títulos de revistas impresas a la que la Biblioteca está suscrita, aunque estas solo pueden ser consultadas en sala.
Además de las diferentes salas de lectura y estudio que tiene la Biblioteca, en el segundo piso del inmueble se encuentra la sala de navegación, donde se puede buscar información y acceder a diferentes bases de datos. “El espacio físico donde se ubica la Biblioteca Central ha crecido en el trascurso de los años y esperamos contar próximamente con la ampliación del tercer piso para habilitar un espacio de trabajo colaborativo, con salas de estudio y trabajo en grupo”, detalla Guadalupe Ovalle.
Dentro de esta Biblioteca existe un valioso patrimonio heredado de la Compañía de Jesús, donde destacan libros que fueron publicados entre los años 1500 al 1700 y que son almacenados en condiciones especiales – como el control de la temperatura y humedad – para contribuir a su conservación. Aquí se encuentra la Sala Molina, que posee libros desde 1800 a 1900, de las áreas de teología, literatura, historia y arte. Aunque está abierta a toda la comunidad universitaria, jesuitas e investigadores, es necesario solicitar una autorización especial a la dirección de la Biblioteca para acceder a su colección patrimonial.
En conjunto, estas bibliotecas forman una colección compuesta por 335 mil volúmenes de libros, con un fuerte énfasis en el área de las ciencias sociales y humanidades, siendo muy importante y reconocida a nivel nacional. Además, el servicio de préstamo interbibliotecario permite acceder a las colecciones de cerca de 70 instituciones con las cuales la Biblioteca mantiene convenios.
Asimismo, con el objetivo de acercar a las personas el patrimonio cultural y la memoria colectiva del país, el Archivo Institucional de la Universidad Alberto Hurtado dispone de una selección de documentos de libre acceso, a través del portal archivospublicos.cl. Allí se encuentran documentos, imágenes, u otros materiales digitalizados del período presidencial de Patricio Aylwin Azócar (1990-1994), fotografías del Programa Padres e Hijos tomadas por el fotógrafo Juan Maino (1974-1976) y una recolección de panfletos políticos que abarcan los años 1973-1990.
“Durante la Pandemia los servicios de biblioteca tuvieron trasformaciones desde lo presencial a servicios en línea”, comenta Guadalupe Ovalle. La renovación del sitio web permitió potenciar servicios como los talleres en línea; el servicio de referencia electrónica, a través del chat “Consulte al Bibliotecari@”; diversos formularios en línea para “Solicitud de artículos”, “Solicitud de búsquedas bibliográficas”, entre otros.
Se implementó también “uno de los recursos más importantes durante la pandemia”: la Plataforma de Bibliografías en Línea, que ha puesto a disposición libros de bibliografías básicas en formato digital, para la lectura en línea. Además, entre el año 2020 y 2021 se terminó de implementar un nuevo sistema de gestión bibliotecaria, con un nuevo Buscador integrado de recursos de información.
Desde el lunes 2 de agosto y como parte del Plan UAH Retorno Seguro y Progresivo, la Biblioteca está retomando algunos servicios de manera presencial. De todas maneras, se recomienda seguir las medidas sanitarias implementadas por la Universidad: control de temperatura en la entrada, registro de datos y tiempo de estadía, distancia social de al menos un metro, y uso de mascarilla y de alcohol gel disponible en el dispensador de la Biblioteca.
Para solicitar un préstamo, primero se localizan los títulos en el buscador integrado. La cantidad máxima de libros y el período del préstamo varían según el tipo de usuario: alumnos de pregrado, diplomado, magíster, doctorado, tesistas y socios.
Una vez localizados los títulos, se envían al correo biblioteca@uahurtado.cl junto con los datos personales: nombre, RUT y teléfono de contacto. Entonces se debe esperar la respuesta de confirmación. Las solicitudes de préstamos hacia la Biblioteca San Ignacio, son centralizadas en la Biblioteca Central, siguiendo el mismo procedimiento.
Para ir a la Biblioteca de manera presencial se debe reservar una hora, pues solo funciona con aforo limitado e inscripción previa. Esto se hace mediante un formulario para asegurar la hora de atención. De cualquier modo, en el sitio web de la Biblioteca se encuentra habilitado el Servicio de Chat para hacer todo tipo de preguntas en línea. Y también se puede consultar la sección guías y tutoriales, donde hay videos que explican cómo ingresar y buscar en los diferentes recursos.