Con estudiantes de distintas universidades se dio inicio al proceso de prácticas profesionales del segundo semestre en el Centro Psicológico de la Facultad de Psicología. Durante este periodo se mantendrá el trabajo remoto con estudiantes y usuarios/as.
Comenzó el periodo de prácticas profesionales del segundo semestre en el Centro Psicológico (CEPS) de la Facultad de Psicología, con la participación de más de 40 estudiantes del último año de la carrera de Psicología, tanto de la Universidad Alberto Hurtado como de otras casas de estudio. Una cifra inédita para el CEPS que por primera vez, en su década de funcionamiento, formará a tantos estudiantes.
El Centro Psicológico es reconocido por su fuerte compromiso social, por lo que “la relación que existe entre la formación y la atención en salud mental van de la mano”, explica el director del CEPS, Eduardo Lobos, y agrega: “Nos importa mucho el cuidado y la atención de personas en toda su diversidad, por lo que las prácticas están pensadas como un área de inserción dentro del Centro Psicológico, buscando que los estudiantes puedan formarse con un sentido de responsabilidad y compromiso social, que sean capaces de afrontar y aportar soluciones viables y creativas a los problemas y desafíos que enfrentan las personas en nuestra sociedad”.
Desde el semestre pasado, el Centro Psicológico abrió sus puertas a estudiantes de otras universidades. En esta oportunidad vienen de la Universidad Diego Portales, de la Universidad San Sebastián, de la Universidad Católica y de la Universidad de Chile. “Esto va a ser una retroalimentación para todas las partes, tanto para la institución, como para los mismos estudiantes […] Creemos que eso es muy valioso: la posibilidad de diversificar el trabajo, de poder contar con otras miradas, otras perspectivas, desde otro tipo de formación”, aclaró Lobos.
La rigurosidad en la formación de profesionales es un objetivo transversal del Centro Psicológico, y se espera que las y los estudiantes “profesionalicen su trabajo y puedan conseguir el apresto profesional que requieren para el futuro inicio laboral. Y desde luego que eso sea una contribución en el posicionamiento de la comunidad respecto al rol que tiene el Centro en su misión y compromiso social”, profundizó el director del CEPS.
La práctica profesional dura entre 5 a 6 meses con una carga laboral semanal definida para ese periodo. El funcionamiento en pandemia ha sido de manera remota, con distintas plataformas para las reuniones clínicas, las actividades de grupo, la atención de pacientes y el trabajo con las comunidades. En este ciclo se mantendrá el trabajo remoto con estudiantes y usuarios/as del CEPS.
Además de la atención clínica directa de pacientes en psicoterapia, las y los practicantes pueden participar de actividades permanentes en el CEPS, como las entrevistas de ingreso para evaluar la calificación de los pacientes. También la intervención psicosocial, donde las y los estudiantes tienen una relación directa con las comunidades, manteniendo una vinculación “más compleja y más contextual a la realidad social”, explica el director del CEPS. Las y los estudiantes también cuentan con supervisión de terreno constante, lo que permite analizar la evolución de los procesos clínicos.
Asimismo, se espera que las y los practicantes desarrollen capacidades vinculadas con el trabajo formal y administrativo, todo lo que tiene que ver con organización y planificación. En ese sentido, “uno de los aspectos centrales que esperamos que los estudiantes puedan ir adquiriendo es una autonomía progresiva para la gestión de sus tareas encomendadas a lo largo de todo el periodo de la práctica”.
“Durante la pandemia, y las crisis sociales que hemos enfrentado, el rol de los profesionales que trabajan en salud mental se ha tornado muy significativo y es ahí donde creemos que todavía más hay que relevar ese compromiso social, la rigurosidad por el trabajo y el profesionalismo en el ejercicio profesional para el trabajo con personas”, concluyó Eduardo Lobos.
Por Aracelly Bravo Saavedra
Con estudiantes de distintas universidades se dio inicio al proceso de prácticas profesionales del segundo semestre en el Centro Psicológico de la Facultad de Psicología. Durante este periodo se mantendrá el trabajo remoto con estudiantes y usuarios/as.
Comenzó el periodo de prácticas profesionales del segundo semestre en el Centro Psicológico (CEPS) de la Facultad de Psicología, con la participación de más de 40 estudiantes del último año de la carrera de Psicología, tanto de la Universidad Alberto Hurtado como de otras casas de estudio. Una cifra inédita para el CEPS que por primera vez, en su década de funcionamiento, formará a tantos estudiantes.
El Centro Psicológico es reconocido por su fuerte compromiso social, por lo que “la relación que existe entre la formación y la atención en salud mental van de la mano”, explica el director del CEPS, Eduardo Lobos, y agrega: “Nos importa mucho el cuidado y la atención de personas en toda su diversidad, por lo que las prácticas están pensadas como un área de inserción dentro del Centro Psicológico, buscando que los estudiantes puedan formarse con un sentido de responsabilidad y compromiso social, que sean capaces de afrontar y aportar soluciones viables y creativas a los problemas y desafíos que enfrentan las personas en nuestra sociedad”.
Desde el semestre pasado, el Centro Psicológico abrió sus puertas a estudiantes de otras universidades. En esta oportunidad vienen de la Universidad Diego Portales, de la Universidad San Sebastián, de la Universidad Católica y de la Universidad de Chile. “Esto va a ser una retroalimentación para todas las partes, tanto para la institución, como para los mismos estudiantes […] Creemos que eso es muy valioso: la posibilidad de diversificar el trabajo, de poder contar con otras miradas, otras perspectivas, desde otro tipo de formación”, aclaró Lobos.
La rigurosidad en la formación de profesionales es un objetivo transversal del Centro Psicológico, y se espera que las y los estudiantes “profesionalicen su trabajo y puedan conseguir el apresto profesional que requieren para el futuro inicio laboral. Y desde luego que eso sea una contribución en el posicionamiento de la comunidad respecto al rol que tiene el Centro en su misión y compromiso social”, profundizó el director del CEPS.
La práctica profesional dura entre 5 a 6 meses con una carga laboral semanal definida para ese periodo. El funcionamiento en pandemia ha sido de manera remota, con distintas plataformas para las reuniones clínicas, las actividades de grupo, la atención de pacientes y el trabajo con las comunidades. En este ciclo se mantendrá el trabajo remoto con estudiantes y usuarios/as del CEPS.
Además de la atención clínica directa de pacientes en psicoterapia, las y los practicantes pueden participar de actividades permanentes en el CEPS, como las entrevistas de ingreso para evaluar la calificación de los pacientes. También la intervención psicosocial, donde las y los estudiantes tienen una relación directa con las comunidades, manteniendo una vinculación “más compleja y más contextual a la realidad social”, explica el director del CEPS. Las y los estudiantes también cuentan con supervisión de terreno constante, lo que permite analizar la evolución de los procesos clínicos.
Asimismo, se espera que las y los practicantes desarrollen capacidades vinculadas con el trabajo formal y administrativo, todo lo que tiene que ver con organización y planificación. En ese sentido, “uno de los aspectos centrales que esperamos que los estudiantes puedan ir adquiriendo es una autonomía progresiva para la gestión de sus tareas encomendadas a lo largo de todo el periodo de la práctica”.
“Durante la pandemia, y las crisis sociales que hemos enfrentado, el rol de los profesionales que trabajan en salud mental se ha tornado muy significativo y es ahí donde creemos que todavía más hay que relevar ese compromiso social, la rigurosidad por el trabajo y el profesionalismo en el ejercicio profesional para el trabajo con personas”, concluyó Eduardo Lobos.
Por Aracelly Bravo Saavedra